25 octubre, 2006

¿Quién sigue?

El perfil de empleadx públicx, no sólo se representa bajo la forma de una mujer de mediana edad muy maquillada y de mal humor (al mejor estilo Gasalla). Es más; no debe ser un trabajo estatal. Se pueden hallar otros rasgos.
A veces, son muchachos con una cierta soberbia que se adiciona día a día. No importa si el lugar se trata de Rentas, Anses, Consejo de ciencias económicas, Ingresos brutos, lugar privado hiper concurrido, Juzgado, o cualquiera de la misma calaña. ¡Ahí está! Contentísimo con su corbata, con sus tocadas de culo de fotocopiadora, con sus horas de ejercicio para lucir mejor su camisa en el subte, con el pelo bien engelado, y con sus ojos entrecerrados emulando una expresión cansina y superada...
Soy ajeno a sus fiestas de fin de año empresariales. A sus chismes de oficina. A sus grandes polvos con el personal jerárquico. A sus papeles, y a sus enormes tempranas responsabilidades. - Campeón, tesoro, máquina, macho, cosita... Si nunca en la vida hice este trámite, es más que obvio que no sé cómo se debería hacer. Así pués, el tono de superioridad podés metertelo bien en el orto... Así lo cuidás, teniendo en cuenta que el tono es lo único que tenés. Y si profundizamos un poco más, vos sos el único que le da importancia. Desde ya, muchas gracias.-

4 comentarios:

mamá Pata dijo...

¡Ja, ja!
Es tal cual, odio los empleados de fotocopias o recepcionistas que creen que con su trabajo están curando el cáncer...

Anónimo dijo...

Gracias por su visita. Vuelva! Saludos!

Florence dijo...

AY, los odio, los odio, los odio, los odio. Burocracia al mejor estilo Weber.

Anónimo dijo...

A mí me dan un poco de lástima. Es cierto, creen que están curando una suerte de enfermedad mortal, que son IMPRESCINDIBLES para que la sociedad funcione bien. (?)
Y sin embargo... ¿hay peor trabajo que el de una oficina pública? Yo creo que sentirse "superiores" debe ayudarlos a mitigar su pobre y aburridísima vida.
Por más que intente, por mucho que me maltraten, no puedo dejar de mirarlos con lástima. Y a veces, cuando más me maltratan y me quieren hacer sentir eso-que-te-quieren-hacer-sentir (¿inútil? ¿infradotada? ¿"pedigüeña"?) muy por lo bajo, y casi sin que me dé cuenta, se me escapa un "pobre imbécil".

Salud, Lic.
Como siempre, un gusto leerlo.
Espero además verlo pronto.