13 febrero, 2008

¿Conciencia?¿Stress?¿Qué más da...?

La alarma del teléfono celular me marca que son las 6.30. Ok. Reajustemos para que suene en mmmmmhhh ...un cinco minutos. Que progresivamente se transforman en un 20. Después de un lapso de negociación interna, autoconvengo en levantarme. Imaginate, todo lo que tengo que hacer, el tiempo y su televisiva tiranía, el desvelo justificado, y esas cosas...
Bien, here comes the day, again... Actividad física, actividades prácticas, actividad académica, actividad laboral, actividad doméstica. Actividad. Todo sazonado con tradicionales largos recorridos colectivescos, y algun que otro rato de ocio. Bien.
Entonces no puedo concebir, no logro aceptar, no puedo enteder... ¿Por qué carajo doy innumerables vueltas entre las sábanas al compás del paso de las horas de madruga, sin lograr conseguir poder dormirme solo hasta poco tiempo antes que suene la alarma? ¿EH?

04 febrero, 2008

¿Ya llegamos?

Y sí. Cansa llorar. Cansa asfixiarse un poco más cada día. Cansa atesorar una original colección de angustias. Cansa que el tiempo se escurra. Cansa intentar comunicarse. Cansa intentar variar la imagen, la cabeza, la actitud. Cansa negar, una y otro vez, que todo se destiñó bastante. Cansó el hecho de querer descansar de todo. Cansa caminar, recorrer; ir y venir buscando sin saber bien qué. Harta intentar generar con desesperación momentos de regocijo, de placer, de bienestar; tratar de aferrarse, incrustarse, solidificarse en la alegría. El dolor se agolpa en las piernas, en la espalda, en las sienes. Cansa.