26 agosto, 2008
12 agosto, 2008
Y Ahora... Damas & Caballeros...
No tanto la sensación amarga y nauseabunda casi permanente. No el pecho anudado. Ni siquiera esa tristeza omnipresente. No los ojos inevitablemente húmedos. No el sentimiento de algo triturado, astillado, corrompido y herrumbrado entre la garganta y el estómago.
No es tanto la frustración. Ni la impotencia. Ni el sentirse humillado. Casi te diría que no es tampoco ese dolor punzante que se abre paso y se ramifica imponente.
Es más bien la sorpresa. Es más bien el no poder creer que algo tan mínimo, te pueda hacer sentir tan mal.
Precipitado por Atormentado Andrés a las 01:40 1 palabras alusivas
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